miércoles, 25 de abril de 2012

COLOMBIA - IPIALES - LAS LAJAS

por CLAUDIO MADAIRES
claudio.madaires@gmail.com









A menos de 300 km. de Quito, Ecuador, se halla la fronteriza ciudad colombiana de Ipiales. En ella se da un muy activo centro de comercios donde es posible hallar prácticamente de todo.



Como vemos en la foto de arriba, la lucha contra las FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia) se da en todos los frentes, incluso en carteles publicitarios urbanos.



Los paisajes de Ipiales continúan los de Ecuador norteño.



Verdes infinitos de matices hacia los cuatro puntos cardinales. A lo lejos, "La Sierra", donde, a menos de 100 km, según un taxista parroquiano, se hallaban combatiendo las FARC cuando yo estuve en la zona. Visita recomendada: el Santuario de Nuestra Señora de Las Lajas. Lamentablemente, he extraviado buena cantidad de fotos, de modo que resta buscar en otros espacios de Internet por el lugar.



Los ipialeños son gentes muy educadas y amistosas. Nadie se siente "fuera de casa" entre ellos.





El viaje a Ipiales en bus llega demora demasiadas horas. Esto se debe a los continuos controles policiales y militares. Están prevenidos. Incluso hay paradas donde se revisan a fondo las valijas. Imposible viajar sin documentación apropiada. Si mal no recuerdo, tardamos más de 7 horas en recorrer los menos de trescientos kilómetros desde Quito.



La comida folclórica es gemela a la ecuatoriana. El "cuy", un clásico. Tamales, fritadas, hornados, lapingachos...



En la foto de abajo, al fondo, algo del Santuario de Nuestra Señora de Las Lajas. No olviden conocerlo. Extraña una construcción de tal tipo en medio de tanto verde "selvático".



Cierro este capítulo con otra foto de las propagandas gubernamentales contrarias a las FARC. Los carteles impactan. Es triste saber que este magnífico país americano de Colombia no cesa de ser eje de violencias continuas a gran escala desde hace tantos años.



Esperemos que la violencia terminal deje el territorio colombiano de una vez y para siempre, y así podamos gozar de los paisajes y de la comunicación con la variopinta gente del país sin temor alguno de muerte o secuestro.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Seguidores